Un paciente de cierta edad me dijo un día una frase que nunca se me ha olvidado.
«Siempre me ha ocurrido que cuando me han ha hablado mal, con malas palabras o con mal tono, la persona que habla es la que más tiene que callar”.
Comprobé con los años que siempre así, me lo hayan hecho lxs demás o lo haya hecho yo.
